viernes, 22 de junio de 2012

Caracoles y cambios

Esta mañana me desperté pensando en caracoles. Nada de Sabina, Cerati, Serrat, ni siquiera mi eterno bienamado Fito resonando como de costumbre dentro de mi cabeza.

Solamente caracoles de mar, diminutos, frágiles y perfectos. Las playas de mi infancia, pobladas de estos vacíos caparazones marinos, me regalaban cada día una forma más hermosa que la otra.

Los favoritos de siempre eran los husos (según internet, se llaman “turbonilla lactea”), de unos cinco o seis milímetros de largo, con su mínimo interior pulido y brillante como una imaginaria casa de invisibles duendes marinos.

Otro motivo de perpetuo asombro, aún en estos días, es contemplar como la muerte de un erizo de mar puede transformarlo en una delicada filigrana blanca, digna de la envidia de cualquier orfebre. Todo el peligroso aspecto del erizo, lleno de pinchos, convertido insólitamente en un milimétrico esqueleto que la más pequeña ola convertirá en migajas.

Este exuberante derroche de formas y colores que la más insignificante de las playas de las costas caribes obsequian hora tras hora, día tras día, es mecido al compás de las mareas y los vientos, arrojado a la costa y devuelto al fondo marino una y otra vez.

Sin suerte, el más perfecto de todos los caracoles, será pisoteado sin compasión por las sandalias desprevenidas de cualquier bañista que se pasee por el borde de la costa. Pero con suerte, igualmente el ciclo de los cambios ha comenzado. Aunque quizás sea mejor desintegrarse al ritmo de las mareas que con un pisotón.

3 comentarios:

  1. sin suerte?

    muero feliz
    pulverizado
    en la piel

    de tu pie
    que ignorante

    de esta explosion
    de este final particulado
    de este volverse arena blanca
    de este desintegrarse

    sigue su camino inconciente

    suerte mia
    infima y ultima
    particula encrustada
    en ti

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  2. Qué lindo Inti! Y a ti te comento mi Jazmín, que esos mínimos caracolitos detallan en su vestidos un diseño que es la envidia de los más sabidos diseñadores de telas! Y que sea cual sea la suerte que los desintegre ellos vivieron y cumplieron su etapa guiados por la mano de la providencia. Te quiero un montón!

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  3. jazmin, las formas exquisitas del mar...de la vida, lo importante es advertirlas porque siempre están


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